Modelo Minnesota

    El modelo que utilizamos es el Modelo Minnesota, se origino en los Estados Unidos en los años 50. Sus planeamientos han servido para organizar programas de rehabilitación de drogas y alcohol en varios países del mundo.

    En este modelo se estructura la atmósfera terapéutica para ofrecer el apoyo profesional y la guía necesaria para alcanzar las metas del tratamiento, un enfoque integral y multidisciplinario orientado hacia la abstinencia de todo tipo de sustancias que altere el estado de ánimo y funciona como comunidad terapéutica.

    Basada en los 12 pasos los cuales consisten en el reconocimiento de la enfermedad de la adicción, consecuencias de consumo y autoconocimiento. Narcóticos Anónimos y Alcohólicos Anónimos, (Grupos de Autoayuda) donde personas con el mismo problema se ayudan entre si desde su experiencia. El modelo otorga por el concepto de enfermedad sin cura pero recuperación continua siempre y cuando el paciente se adhiera a la propuesta del programa.

    Con el tratamiento se pueden alcanzar dos metas a largo plazo la primera la abstinencia de drogas y alcohol, la segunda una mejor calidad de vida en el aspecto físico, emocional y espiritual.

    Para lograr las metas a largo plazo se trabaja con objetivos, que son ayudar al adicto y a su familia. Al reconocer la enfermedad y las consecuencias del consumo en su vida mediante grupos terapéuticos diarios dirigidos por consejeros en dependencia química, operadores socio terapéuticos, la supervisión de la médica Psiquiatra y el apoyo de la Lic. en Psicología, ayudan a la persona a admitir que necesita ayuda y puede vivir una vida conductiva con la realidad de una enfermedad crónica.

    Ayuda al adicto a identificar mediante grupos y talleres, cuales son las conductas que tiene que modificar para poder vivir con esta enfermedad en forma positiva.

    Este modelo incluye un programa de cuidado continuo, desarrollando y estructurando, como red de apoyo para la persona en recuperación. El programa consta de una reinserción social y laboral, trabajando previamente con la ayuda de los grupos antes mencionados y profesionales. Dándole al paciente la posibilidad de ir adquiriendo las herramientas necesarias para poder manejar sus frustraciones y sus diferentes estados de ánimo frente a la vida cotidiana.

    A medida que el paciente avanza en el programa se evalúan las salidas zonales, extendiéndose de forma progresiva hasta llegar al tratamiento ambulatorio. Este sirve de sostén y apoyo para el adicto en recuperación. Si hubiera una recaída se trabaja junto al paciente cuáles fueron los mecanismos que lo llevaron a consumir.

    El equipo multidisciplinario con el que cuenta la institución, trabaja además con actividades recreativas una vez por semana, dos horas por actividad. Por ejemplo, educación física dirigida por la profesora, músico terapia y arte terapia, entre otras.